Antes de nada, es muy importante tener claro que una doula no es una matrona, no es personal sanitario, y no está capacitada para atender partos.
¿Qué es lo que hace entonces una doula?
Acompañar, sí. Acompañar en la maternidad.
Tal y como dicen Nuria Otero y Susana Prieto en su libro "La maternidad acompañada", la doula acompaña sin interferir ni juzgar. Con una presencia empática y afectuosa ayuda a la madre a escuchar sus instintos, sus deseos, pero sin intervenir.
Durante el embarazo, la tarea de la doula consistiría en ayudar a que la madre entienda los cambios que está sintiendo, incomprensibles, contradictorios y amenazantes a veces. Nuria y Susana dicen en su libro que "una vez que la madre empieza a comprender el lenguaje del mundo del embarazo y el parto, puede empezar a tomar decisiones respecto de su embarazo, de su parto, de sí misma y de su bebé."
Según Susan, una doula entiende y confía en el parto, y aunque no te dará consejos médicos, puedes contar con ella para:
- Escucharte de manera activa
- Confiar en ti y tu habilidad de dar a luz
- Animarte a negociar los mejores cuidados para tí y tu bebé
- Descubrir qué es lo que quieres y respetar tus elecciones
- Reconocer el poder del parto
- Entender que el nacimiento no es un acto médico
- Comprender la importancia de una buena preparación prenatal
- Ofrecer apoyo continuo, seguridad y ánimos durante el trabajo de parto y el parto, ya sea en casa o en el hospital
- Proporcionar un apoyo incalculable y confianza a tu pareja
¿Qué no es, y qué no hace una doula...?
Según Nuria Otero y Susana Prieto, una doula no es, y no hace:
- No es matrona
- No es pediatra
- No es una asistenta
- No es una canguro
- No es puericultora
- No es necesariamente asesora de lactancia
- No es una psicoterapeuta
Es importante tener claros estos puntos para la mujer que busca los servicios de una doula. Si pudiera necesitar algún tipo de atención diferente, tendrá que buscar el, o la, profesional adecuados.
Tal y como Nuria y Susana dicen en su libro, posiblemente la doula pueda ejercer como facilitadora y catalizadora de un cambio necesario en la atención a la maternidad en nuestro país, pero deberá hacerlo empoderando a la mujer y colaborando con el personal sanitario implicado en ese cambio.
